Definición, ejemplos y técnicas
La comunicación asertiva es una técnica de comunicación a través de la cual puedes expresar tus emociones y pensamientos de una manera efectiva y respetuosa, tanto contigo mismo como con los demás. Además, al comprender con el artículo de hoy, los diferentes tipos de comunicación y aprender a reconocer patrones como la agresividad o el pasivo-agresivo, te será de ayuda para conseguir mejorar tus relaciones personales y profesionales.
¿Cuándo hablamos de comunicación asertiva?
Se puede definir como un estilo de comunicación en el que se expresan de forma clara, honesta y respetuosa todo tipo de ideas y emociones,logrando un equilibrio entre tu opinión y los derechos de los demás. Este enfoque busca evitar extremos como la agresividad o la pasividad, fomentando interacciones constructivas.
Principales características de la comunicación asertiva
Para hablar de que nos estamos comunicando de forma asertiva, podemos enumerar algunos elementos que definen este tipo de comunicación
- Claridad: Los mensajes son precisos y comprensibles.
- Respeto: Valora tanto tus necesidades como las de los demás.
- Tono adecuado: No grita ni intimida, pero tampoco es sumiso.
- Lenguaje positivo: Usa frases constructivas en lugar de críticas destructivas.
- Autenticidad: Expresa emociones de forma natural.
¿Cómo clasificamos la comunicación?
- Comunicación verbal: Es lo que decimos. Incluye palabras, frases y su estructura. Ejemplo: «Gracias por tu ayuda en este proyecto, me ha sido de gran apoyo».
- Comunicación no verbal: Incluye gestos, posturas, expresiones faciales y contacto visual. Ejemplo: Mantener contacto visual mientras escuchas muestra atención y respeto.
- Comunicación paraverbal: Se refiere al cómo decimos las cosas, como el tono, el volumen y el ritmo de la voz. Ejemplo: Un tono calmado transmite seguridad, mientras que un tono elevado puede interpretarse como agresivo.
¿Qué saber qué tipo de comunicación estás utilizando?
Identificar tu estilo de comunicación es el primer paso para mejorar. En nuestra consulta, diferenciamos en terapia como punto de partida una primera clasificación, estos serían los principales tipos:
- Comunicación pasiva:
- Tiendes a evitar conflictos y priorizas a los demás sobre tus propias necesidades.
- Ejemplo: «No importa, lo que tú decidas está bien».
- Comunicación agresiva:
- Impones tus opiniones sin considerar los sentimientos de los demás.
- Ejemplo: «Tienes que hacerlo como yo digo, no hay discusión».
- Comunicación pasivo-agresiva:
- Es indirecta, sutil y, a menudo, incluye sarcasmo o comentarios ambiguos.
- Ejemplo: «Claro, hazlo a tu manera, aunque ya sabemos cómo terminará».
- Comunicación asertiva:
- Equilibra tus necesidades con las de los demás de forma clara y respetuosa.
¿Se pueden evitar conflictos huyendo de la comunicación pasivo-agresiva?
La comunicación pasivo-agresiva puede parecer inofensiva, pero puede dañar relaciones con el tiempo. Sigue estos pasos para evitar caer en esta trampa:
- Reconoce tus emociones: Si algo te molesta, identifica la causa antes de reaccionar.
- Sé directo: Expresa tus preocupaciones de manera clara y honesta.
- Evita el sarcasmo: Sustitúyelo por frases constructivas.
- Usa el «yo» en tus frases: Esto evita culpar a los demás. Ejemplo: «Yo me siento incómodo cuando no llegas a tiempo».
Técnicas prácticas para una comunicación asertiva
- Escucha activa: Haz preguntas, resume lo que escuchaste y evita interrumpir.
- Lenguaje corporal positivo: Mantén contacto visual y utiliza una postura relajada.
- El método «sandwich»: Para dar retroalimentación, comienza con algo positivo, menciona el punto a mejorar y cierra con un comentario motivador.
- Ejemplo: «Aprecio tu esfuerzo en este proyecto, aunque sería útil organizar mejor los plazos. Estoy seguro de que puedes lograrlo».
- Di “no” con empatía: Aprende a establecer límites sin sentirte culpable. Ejemplo: «No puedo ayudarte esta vez, pero puedo recomendarte a alguien que lo haga».
- Practica la respiración consciente: Antes de responder en una situación tensa, respira profundo para evitar reaccionar impulsivamente.
Algunos ejemplos para llevar a cabo una mejor comunicación con tu entorno
- En pareja:
- En lugar de discutir: “Me gustaría que planifiquemos juntos cómo organizar nuestras tareas del hogar”.
- En el trabajo:
- Para resolver conflictos: “Entiendo tu punto de vista y me gustaría buscar una solución que funcione para ambos”.
- Con amigos:
- Si algo te molesta: “Cuando llegas tarde sin avisar, me preocupa. ¿Podríamos planificar mejor?”
Aprender a comunicarte asertivamente es una habilidad que transforma tus relaciones y te ayuda a manejar situaciones difíciles con confianza. En nuestra consulta de psicología en Portugalete , te guiamos para que desarrolles esta habilidad y disfrutes de interacciones más efectivas y satisfactorias.
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