¿Sientes que no puedes dejar de pensar en algo, por más que lo intentes? Imagina que esa sensación se multiplica por diez y se apodera de tu día a día. Así es vivir con Transtorno obsesivo compulsivo, hoy desde psicólogos Portugalete PROA venimos a analizarlo en detalle.
¿Qué es realmente el Trastorno Obsesivo Compulsivo?
El Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC) no sigue un patrón. Es un trastorno de salud mental que afecta a personas de todas las edades, condiciones y estilos de vida. Es como tener un disco rayado en la cabeza que no permite seguir adelante a quien lo sufre hasta llegar a realizar cierta acción una y otra vez a modo de cerciorarse.
En consulta solemos explicarlo como un círculo en espiral: en el momento en que aparecen pensamientos intrusivos, las obsesiones, nos generan una ansiedad tan abrumadora que esa persona sólo encuentra alivio temporal realizando conductas repetitivas (las compulsiones para poder frenar esos intrusivos en la mente.
En nuestra clínica de psicología en Portugalete, vemos a diario cómo este trastorno puede llegar a ser incapacitante, robándole horas a quien lo padece y llegando a límites peligrosos de ansiedad. Sin embargo, también somos testigos de algo que quizá te ayude a ver la luz al final del tunel, con el acompañamiento adecuado de la mano de expertas profesionales, conseguimos que el TOC sea uno de los trastornos con mayor tasa de recuperación o al menos de alivio en todos los casos.
¿Cómo saber si tengo TOC o simplemente soy una persona meticulosa?
Es común escuchar o decir frases como «soy muy TOC con la limpieza», pero existe una gran diferencia entre ser ordenado y sufrir este trastorno. La clave está en el impacto que tiene en tu vida y las limitaciones que te genera entre otros aspectos.
Si respondes o te ves idenfificado/a con estas afirmaciones:
- Dedicas más de una hora diaria a pensamientos o conductas repetitivas como parte de tu rutina
- Te produce un malestar intenso cuando en ciertas situaciones puedes realizar tus rituales, por ejemplo no puedes revisar las luces antes de salir.
- Reconoces que tus pensamientos son irracionales pero aun así no puedes controlarlos por ti mismo/a
- Notas y percibes que estas conductas interfieren en tu trabajo, relaciones o bienestar poniéndote límites a tu progreso.
Es posible que estemos hablando de algo más que simple orden y precisión a la hora de ejecutar tareas.
¿Pero por qué aparece?
Como psicóloga especializada en este trastorno, una de las preguntas que más me hacen mis pacientes es «¿por qué yo?». La respuesta no es simple. El TOC parece surgir de una tormenta perfecta entre nuestra genética, biología y experiencias de vida. Algunas personas tienen predisposición familiar (he tratado a padres e hijos con síntomas similares), mientras que en otras aparece tras periodos de estrés intenso o experiencias traumáticas.
Lo que sí sabemos con certeza es que no es culpa de quien lo padece. No es falta de voluntad ni es algo que se pueda controlar «esforzándose más». Es una condición médica real, tan válida como cualquier otra.
El tratamiento del TOC ha avanzado mucho en las últimas décadas, y actualmente, la terapia cognitivo-conductual (TCC) es el enfoque más efectivo y ampliamente recomendado, pero debemos recordar que cada paciente es único/a y se debe realizar una evaluación personalizada en cada caso.
¿Cómo se tratan pacientes con este trastorno ?
Si algo he aprendido en mis años tratando el TOC es que no hay dos casos iguales. Por eso, en nuestra clínica empezamos siempre con una evaluación personalizada, como si fuéramos detectives buscando las piezas únicas del puzzle de cada paciente.
El tratamiento más habitual a la hora de abordar el TOC es la terapia cognitivo-conductual, en concreto una técnica llamada exposición con prevención de respuesta (EPR). Suena quizá a chino, pero en realidad es bastante intuitivo:
- Exposición gradual: Ayudamos al paciente a enfrentarse poco a poco a aquello que teme.
- Prevención de compulsiones: Le acompañamos para que resista el impulso de realizar sus rituales.
- Descubrimiento clave: El paciente comprueba por sí mismo que la ansiedad, aunque intensa, termina bajando por sí sola sin necesidad de compulsiones
En terapia, más allá de técnicas específicas, una comunicación coordinada junto a una reestructuración cognitiva (cuestionar los pensamientos distorsionados) y técnicas de manejo de ansiedad como la respiración consciente y el mindfulness para aportarte todas las herramientas posibles.
Es imposible marcar un plazo de recuperación, muchas veces tenemos que aprender a controlar nuestras emociones y rituales, pero muchos de mis pacientes comienzan a notar mejorías significativas tras 8-12 sesiones. Para resultados más consolidados, solemos trabajar entre 4 y 6 meses como mínimo. Al ser un tratamiento médico debemos considerar que cada paciente es único y por ello te invito a que si tienes dudas, consultes con un experto que valore tu caso.
No pierdas la esperanza en el camino
Si estás leyendo esto porque tú o alguien que quieres está luchando contra el TOC, quiero que sepas algo: hay salida. He visto a personas que no podían salir de casa por sus rituales volver a disfrutar de la vida. El primer paso siempre es el más difícil: pero si has llegado hasta aquí ahora sí, es el momento de pedir ayuda. En nuestra clínica de psicología en Portugalete contamos con un equipo especializado que te acompañará con empatía y profesionalidad en todo el proceso.
¿Quieres concertar una primera visita?
Nuestras especialistas en TOC están a solo una llamada de distancia. Daremos juntos ese primer paso hacia una mente más tranquila.